Marbella es un pueblo muy bonito con un bonito nombre que se levanta en medio de arboledas y huertos. Se dice que la Reina Isabel exclamó: ¡Qué mar tan bella! (Richard Ford)
Aplaudo tu excelente idea de digitalizar y facilitar en este tu blog el artículo editado por la revista Peñalara de Arnaldo de España. Esto viene a complementar muy acertadamente tu interesante artículo anterior. Deduzco por las descripciones y nombres que cita el articulista que Marbella dentro de Costabella y Ramiro Campos Turmo no les eran desconocidos. Conocedor, aficionado y amante como soy a andar por nuestros montes, creo que éste visitante no eligió el camino más cómodo para acceder al Pico de la Concepción, tampoco la época del año más benefactora del año. Realmente se produce, porque así lo he sentido en diversas ocasiones, un estremecimiento íntimo al contemplar el paisaje desde la cima, sobre todo en días que está despejada la bruma, yo lo llamaría algo así como "la recompensa al esfuerzo". Gracias una vez más por el aporte cultural que facilitas a los amantes de la historia y de nuestra querida Marbella. Saludos.
No hay montaña sencilla (la nuestra no lo es), y menos si se desconoce. Pienso que, o bien no era tan experto montañero, o pecó de confianza al gastar el poco agua que cargaba en la dura pendiente. Hoy en dia la subimos por senderos bien marcados, y aun asi se producen accidentes. Una buena aventura el subir a La Concha en aquellas circunstancias. Y como siempre, aunque las dificultades de la montaña nos hagan sufrir, el llegar a la meta siempre nos produce satisfaccion, buen recuerdo, y la sensacion de haber vivido una gran experiencia, y mas, habiendo disfrutado del bello paisaje de la bajada por los Monjes.
Gracias por vuestros comentarios. Creo que eran buenos alpinistas pero se confiaron y Sierra Blanca no perdona. Mientras lo escribía recordaba cómo cada año se pierden varios excursionistas y ahora los senderos están bien marcados porque antes era "al salto la mata". De hecho yo habré subido una treintena de veces y una de ellas me perdí por la niebla y aparecí en lo alto de Lastonar. Richard Ford es una fuente muy interesante y Campos Turmo una referencia imprescindible pues consiguió convencer a todo el mundo de que Marbella valía la pena como destino turístico. Llamativo que el marbellense se refiera a los marbellenses como marbellenses. Siempre me quedará la duda si Arnaldo de España sabía más de lo que cuenta.
Marbella es un pueblo muy bonito con un bonito nombre que se levanta en medio de arboledas y huertos. Se dice que la Reina Isabel exclamó: ¡Qué mar tan bella! (Richard Ford)
ResponderEliminarAplaudo tu excelente idea de digitalizar y facilitar en este tu blog el artículo editado por la revista Peñalara de Arnaldo de España. Esto viene a complementar muy acertadamente tu interesante artículo anterior.
ResponderEliminarDeduzco por las descripciones y nombres que cita el articulista que Marbella dentro de Costabella y Ramiro Campos Turmo no les eran desconocidos.
Conocedor, aficionado y amante como soy a andar por nuestros montes, creo que éste visitante no eligió el camino más cómodo para acceder al Pico de la Concepción, tampoco la época del año más benefactora del año. Realmente se produce, porque así lo he sentido en diversas ocasiones, un estremecimiento íntimo al contemplar el paisaje desde la cima, sobre todo en días que está despejada la bruma, yo lo llamaría algo así como "la recompensa al esfuerzo".
Gracias una vez más por el aporte cultural que facilitas a los amantes de la historia y de nuestra querida Marbella.
Saludos.
Muchas Gracias. Tengo un cariño especial a la zona que se describe. Es un placer aprender tantas cosas de nuestra historia.
ResponderEliminarNo hay montaña sencilla (la nuestra no lo es), y menos si se desconoce. Pienso que, o bien no era tan experto montañero, o pecó de confianza al gastar el poco agua que cargaba en la dura pendiente.
ResponderEliminarHoy en dia la subimos por senderos bien marcados, y aun asi se producen accidentes.
Una buena aventura el subir a La Concha en aquellas circunstancias.
Y como siempre, aunque las dificultades de la montaña nos hagan sufrir, el llegar a la meta siempre nos produce satisfaccion, buen recuerdo, y la sensacion de haber vivido una gran experiencia, y mas, habiendo disfrutado del bello paisaje de la bajada por los Monjes.
Gracias por vuestros comentarios. Creo que eran buenos alpinistas pero se confiaron y Sierra Blanca no perdona. Mientras lo escribía recordaba cómo cada año se pierden varios excursionistas y ahora los senderos están bien marcados porque antes era "al salto la mata". De hecho yo habré subido una treintena de veces y una de ellas me perdí por la niebla y aparecí en lo alto de Lastonar.
ResponderEliminarRichard Ford es una fuente muy interesante y Campos Turmo una referencia imprescindible pues consiguió convencer a todo el mundo de que Marbella valía la pena como destino turístico.
Llamativo que el marbellense se refiera a los marbellenses como marbellenses.
Siempre me quedará la duda si Arnaldo de España sabía más de lo que cuenta.