En esta vida, si no hay alguien que se encargue de recordar tu obra no existes, quedas postergado en el limbo de los anónimos. Si pese a todo, se te añora por la calidad de tus trabajos, pero nadie presta atención, caemos en un olvido injusto. Uno de los casos más llamativos fue descubierto por Bernardo Díez Boullosa, arquitecto cubano instalado en España desde 1959. En una serie de interesantes artículos sobre arquitectura y urbanismo publicados en la revista Imagen de Marbella a finales de los Ochenta, Boullosa con el subtítulo “Busquen a Donald” realizaba una semblanza de tan misterioso personaje mientras se preguntaba “¿Dónde diablos está Donald?”.
De origen australiano, su nombre completo es Donald Wallace Gray Tonkin. Fue prolífico arquitecto, restaurador, decorador y artista en la Costa del Sol durante los años sesenta y setenta. El cubano le atribuye nada menos que los emblemáticos proyectos de la urbanización Las Lomas del Marbella Club (parece referirse a Pueblo Las Lomas del Marbella Club), La Virginia y Pueblo López en Fuengirola.
Han pasado más de veinte años desde la publicación del artículo y Donald Gray sigue sin aparecer en estudios sobre la arquitectura del la Costa del Sol, como si su anonimato fuera forzado, su trayectoria borrada por la indiferencia. No he hallado referencias bibliográficas más que escuetas menciones como la de ser calificado experto en la conservación del tipismo de la arquitectura alpujarreña en Atalbéitar, lugar cercano a Pitres en Granada o como director de una escuela taller en Lebrija en 1988.
Desconozco su grado de participación en los marbellenses proyectos debido a su condición de extranjero. En aquellos años muchos profesionales no pudieron colegiarse y por tanto no se les permitía firmar los trabajos. Pueblo Las Lomas del Marbella Club es una de las mejores urbanizaciones de la provincia, resultado de varias fases constructivas que han conformado un núcleo singular con una planificación aparentemente desordenada de callejuelas estrechas, plazuelas y adarves. Con zonas como la plaza de Xauen de inspiración norteafricana por sus accesos en codo a través de arcos de herradura, paredes en tonos ocres y añil que tiñen casas que se abren al exterior por medio de arcos enmarcados en alfiz o cubiertos por aleros con modillones de rollo, arquillos pareados angrelados y celosías. Las siguientes fases abandonaron la islamización en favor de lo andaluz, se impuso la sobriedad clásica de la arquitectura local. Las tres primeras, entre 1974 y 1980, fueron desarrolladas por José Posadillo Sánchez de Puerta, la última, ya en 1985, por José María Sastre Domínguez.
En La Virginia el problema de su autoría se complica sobremanera porque en los diferentes programas, tanto de parcelación como en proyectos concretos de viviendas, participan varios arquitectos entre los que destacan Carlos de Ochoa Hernández-Blanco,
Dos páginas publicitarias de La Virginia y de Pueblo López en la revista Lookout, incluían sendos dibujos rubricados por Donald Gray en 1965, lo que refuerza la posibilidad de que de algún modo estuviera vinculado a ambos proyectos.
He intentado localizar a Gray, conocer su trabajo, sus opiniones, pero no lo he conseguido. Un único número de teléfono me comunicó con el estudio del arquitecto granadino Carlos Sánchez Gómez. Una mujer, escueta en las contestaciones, acaso incómoda por la conversación, quiso darla por finalizada varias veces. Ante mi insistencia, respondió que hace más de seis años que abandonó el estudio, que se había trasladado a vivir a un pequeño pueblo de la Alpujarra. Creía que seguía vivo, pero… me despidió sin margen.
He intentado localizar a Gray, conocer su trabajo, sus opiniones, pero no lo he conseguido. Un único número de teléfono me comunicó con el estudio del arquitecto granadino Carlos Sánchez Gómez. Una mujer, escueta en las contestaciones, acaso incómoda por la conversación, quiso darla por finalizada varias veces. Ante mi insistencia, respondió que hace más de seis años que abandonó el estudio, que se había trasladado a vivir a un pequeño pueblo de la Alpujarra. Creía que seguía vivo, pero… me despidió sin margen.
Hola Francisco!
ResponderEliminarAprovecho para felicitarte por tus articulos, este de Donald Gray me toca de lleno ya que conozco bastante bien su obra en las Alpujarras. El maestro sigue vivo aunque sin la intensa actividad de tiempos atras. Yo he tenido el placer de charlar con el varias veces y he de decirte que su arte esta muy por encima de sus dotes dialecticas. Le hice una exposición homenaje hace 10 años cuando vivia en las Alpujarras puesto que allí tiene bastantes de sus obras. No dejes de escribir. Gracias
Gracias Alfonso,
ResponderEliminarpude hablar con él hace varios meses y nos emplazamos a una visita aún pendiente, que el tiempo y la distancia parecen obstaculizar.
Conocí muy bien a Donald Gray en los años en que viví en La Virginia. El fué el alma de ese pueblo, quizás el más bonito de España, que parece aún hoy en día y a pesar de que la autopista se cargó la piscina comunitaria y la pista de paddle, como si hiciera sigklos que fue construído... Donald hizo luego Las Lomas del Marbella Club, para los esposos Genske, fallecido hace poco el hombre, su viuda vive en Gaucín... y luego también el pueblo La Heredia subiendo al Madroñal, en la carretera de Ronda... Donald es muy muy tímido y nada proclive a ponerse medallas, por eso desapareció un buen día con su mujer en las tierras andaluzas...
ResponderEliminarConozco a Donald Gray, para mi fue un gran maestro y no sólo en arquitectura, también lo fue espiritualmente. Gracias Donald
ResponderEliminarPablo Camus
Conocí a Bernardo Díez Boullosa hace quince años, y solíamos conversar sobre arte y cultura en general.
ResponderEliminarAún siendo una persona reservada en el trato, tuvimos una
relativa cercanía por nuestras comunes aficiones.
Donald Gray esta vivo y sigue trabajando y va a estar de mucha actualidad... vigila el portal del Premio Rafael Manzano Martos de arquitectura clasica y tradicional española a partir de mediados de Octubre.
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