Cuando escribía mi tesis hace casi veinte años, me planteaba el problema de los orígenes de la ciudad y las dudas sobre el topónimo: “¿Es posible que el topónimo de la alcazaba no fuera el mismo que el de Marbella? Todo queda en el ámbito de la sospecha. Todavía hay denominaciones de lugares en época califal que no han podido ser identificadas, además la exactitud en la localización de éstos es más que dudosa, con límites demasiado amplios, como muestra las dudas y el amplio debate suscitado sobre la ubicación de Turrus Husayn, e incluso Bobastro. Es extraño que una alcazaba califal como la de Marbella, producto de un plan estatal, pasara desapercibida para los viajeros y cronistas que tanto loaban las bondades del gobierno. Su carácter estratégico no pudo ser obviado, máxime cuando era el único núcleo importante en los 100 km de distancia entre Algeciras y Málaga”
En la actualidad sigo con la misma incertidumbre, quizá
nunca sepamos cómo se llamaba Marbella antes de las primeras referencias;
también es posible que se llamara Marballa
y que el problema solo sea la falta de referencias muy bien estudiadas por
Carlos Gozalbes Cravioto en “Medina Marbal-la en la Edad Media” y Virgilio
Martínez Enamorado en “Cuando Marbella era una tierra de alquerías” que puso al
día las menciones conocidas del topónimo.
Hoy quiero lanzar una hipótesis –arriesgada como todas las
que se basan en suposiciones- que puede servir para abrir un debate, puedo
estar equivocado pero mientras no haya pruebas quedará como propuesta. Humaris pudo
ser Marbella. La cronología es la siguiente: la alcazaba de Marbella se
construye en la segunda mitad del siglo X y sus murallas con las que adquiría
la categoría de medina seguramente entre los siglos XII y XIV (aunque no hay pruebas
definitivas). La medina es citada como Marballa por primera vez en el siglo
XII.
Humaris es un topónimo raro que solo aparece citado una vez
en el manuscrito de Abd Allah el último rey Zirí de Granada (El siglo XI en 1ª
Persona. Las "Memorias" de Abd Allah, último rey zirí de Granada,
destronado por los almorávides (1090). Traducidas por Evaristo Levi Provençal y
Emilio García Gómez. Alianza Tres, Madrid, 1982, pp. 183-189). En concreto el
texto dice así:
En vista de todo ello,
me mostré generoso cediéndole una comarca de cuya población nada tenía yo que
temer y que para él era muy importante; evacué, para él, las plazas de Riana y
Jotrón, cuyos habitantes eran cristianos y, por estar situados entre ambos
territorios, no podían rebelarse contra ninguno de los dos; le di pueblos en
que pudiera aprovisionarse con holgura; dejé en su poder los castillos de la Garbía,
como Cártama [Qartama], Mijas [Misas] y Humaris, y, además, le entregué Cámara
[Qamara], comarca de cereales, para que pudiera disponer de tierras de labor.
Por el contrario, le privé de otros territorios de cuyos habitantes era de
temer que, instigados por él, perturbaran mis dominios.
Se cita Humaris como castillo tras los de Cártama y Mijas. Si
se mantiene un orden espacial lógico correspondería a la siguiente fortaleza al
oeste de Mijas que sería la de Marbella (en unas fechas en la que aún no
estaría construida la muralla) y que, además, se encuadran en la Algarbía un
concepto difuso en lo espacial al oeste de Málaga.
Es una opinión común que el topónimo Marbella tiene relación
con la hidronimia, el río Marbella, las fuentes de Marbella y como cita
Virgilio Caldes de Malavella y que definía Simonet como “pequeño lago formado por
un manantial o fuente” que provendría de un término bajo latino Marba o Marva,
por mara (palus, lacus, stagnum), francés, mare; antiguo sajón Mere; inglés mar
y moor… Marbella sería, según la interpretación de Albaigés, el diminutivo de
Marva.
Maris se define como una zona pantanosa o laguna, con
abundante agua, y Maris coincide con la definición de Marva y Mare. ¿Marbella
fue pantanosa? Si, la respuesta está en la conjunción de los ríos Huelo y de la
Barbacana y su fusión para desembocar juntos algo que causaba constantes
problemas en todo el llano formado por la Alameda. De hecho, cuando el Huelo
crecía o se salía de madre cuando se enarenaba, inundaba la Alameda. Lo mismo
sucedía con el arrabal de la Puente del Tinte donde se situaban las tenerías,
que en el siglo XVIII era calificado como inhabitable. Toda la zona al sur de
lo que fueron las murallas de la ciudad era una plataforma, La Campiña, que
confinaba por el sur con el Barranco de la Mar.
Quien sabe si ese Huelo que empieza por Hu- como Humaris
guarde en su embovedado el secreto del topónimo Maris y Marbella. Martínez Enamorado
defiende que el Huelo es una deformación de Wad-, y que se refiere al río de
ríos a la vez que se pregunta, tal como me pregunto yo, ¿se encuentra en ese arroyo el origen hidronímico del topónimo
Marbella? Wadmaris sería como Humaris y éste el río que forma un lago.