Tiene una calle en Marbella desde 2011. Juan Cristóbal Ortiz
Parra lo consiguió tras promover una iniciativa para que se reconociera su
figura. Es considerado un héroe por su acción en la batalla de Lepanto cuya
narración se repite en las crónicas en escuetas líneas: Momento culminante de la victoria de Lepanto fue la audaz intervención
de Andrés Becerra, capitán de los Tercios de Mar nacido en Marbella, quien
capturó la insignia otomana. La bandera se puede admirar en la Armería del
Palacio Real de El Escorial y como anécdota es destacable que en una época en
la que no existían las medallas, el rey Felipe II regaló a Andrés Becerra la
bola de oro del tope de la enseña turca como premio a su valor y arrojo en el
combate.
Poco se sabe de su vida y tras estas líneas espero
esclarecer algunos aspectos menos conocidos. Se ha dudado si era capitán o un
simple soldado; Fernando de Saavedra en su memorial sobre la Casa de Saavedra
(1679) indica que era cabo de cuatro galeras cuando se produjo el desafortunado
naufragio de la flota de don Juan de Mendoza en la Herradura en 1562. Fray Felipe de la Gándara en su Nobiliario,
armas y triunfos de Galicia (1677) afirma que ya era capitán cuando sucedió el
naufragio y que en la batalla de Lepanto era cuatralbo, esto es jefe de cuatro
galeras. Dato que se confirma en un documento en el que se relacionan los
méritos de Pedro Becerra y Serrano, nieto del capitán, que se conserva en el
Archivo General de Indias, fechado en 1671 que habla de su abuelo: fue quatralbo de las galeras de España y
general de las que quedaron en la perdida de don Juan de Mendoza en la
Herradura hasta que se las entregó al marqués de Santacruz. Lo que quiere
decir que llegó a ejercer de general provisional al sobrevivir en el desgraciado
accidente de la Herradura y que era cuatralbo, que es explicado por José Manuel
Marchena Giménez en su memoria de licenciatura “La Vida y los hombres de las
galeras de España (siglos XVI-XVII)”: Es importante distinguir entre lo que es
el mando de la escuadra de galeras, o de parte de ella, y el mando efectivo de
la galera, como unidad de navegación. Entre la máxima autoridad, el capitán
general, y los capitanes de galera se situaban los cuatralbos y dosalbos,
capitanes de mayor experiencia que tenían a su mando parte de la escuadra
–cuatro y dos galeras respectivamente, en la mayor parte de las ocasiones,
respondiendo a una cuestión de táctica y organización–. Fue, por tanto, un
capitán de mayor experiencia, un cuatralbo distinguido y bregado.
Se sabe de su vida que era natural de Marbella y que tuvo una hija llamada doña Inés Becerra, que
casó con don Pedro Serrano y tuvieron otra hija, doña Luisa Becerra, casada con
don Matías Íñiguez de los Ríos, de la villa de Ximena, y a don Pedro Becerra
Serrano, abogado de los Consejos Reales, que assiste en Madrid. Del único
que hemos obtenido referencias fiables es de don Pedro Becerra y Serrano, su
nieto, que además de abogado de los Consejos Reales, tuvo una larga trayectoria
como funcionario, en 1660 fue nombrado oidor de la Chancillería del Perú y visitador
de los Oficiales Reales de Panamá. Graduado en Salamanca en 1649 era hijo de
Pedro Serrano e Inés Becerra. Serrano era de Gibraltar, uno de los fijosdalgo de lanza y adarga del número de la ciudad de
Gibraltar y sus ganadores que sirvió 50 años. También escribió el Panegírico legal y político sobre las dos
resoluciones que se han obrado en el retiro de Carlos II y Feliz venida de Don
Juan José de Austria a esta Corte del Reino de Aragón que se conserva en la
Biblioteca Nacional de España.
Pero volvamos a Andrés Becerra. Obtuvo algunas prebendas,
Saavedra confirma que se le dio el pomo de oro de la bandera turca e introduce
otro dato sobre el que tengo algunas dudas: su
alteza le dio el pomo que conservan sus descendientes, con cédula real, y
asimismo rindió otras dos galeras de Fanal, por lo qual le honró mucho su
alteza, dándole Toya. Entiendo que se refiere al castillo de Toya en Peal
del Becerro en Jaén e imagino que ese “dándole Toya” significa el otorgamiento
del señorío de Toya que existía desde la concesión por Fernando III del señorío
de Quesada y Toya al arzobispo de Toledo, Rodrigo Jiménez de Rada en 1231 pero
no he encontrado nada que lo refrende.
Saavedra cita también que fabricó el muelle de Málaga,
Gándara que era director del muelle y en el documento de Pedro Becerra se afirma
que fabricó no solo el de Málaga sino también el de Gibraltar. De la historia
del puerto malacitano sabemos que en 1545 le fueron encargadas las obras a un
ingeniero vasco, Juan de Guilisasti, pero hay una referencia de 1534 que ante
la noticia que Barbarroja se dirigía a nuestras costas la Corona impulsó la
reparación de las murallas y las incipientes defensas portuarias por lo que es
posible que su intervención se ciñera a esas órdenes.
Su vínculo con el almirante don Álvaro de Bazán, marqués de
Santa Cruz, es evidente, incluso se cita que Becerra era su protegido, tanto
como lo pudo ser nuestro alcaide Alonso de Bazán. Los almirantes disponían de
numerosas regalías y privilegios en las ciudades costeras y Marbella estaba
entre ellas y para el control y administración de los bienes destinaban a
personal de confianza.
No sabemos nada de los antecedentes familiares de Andrés
Becerra, algo que indica la ausencia de un linaje noble si lo hubiera ya se
habrían encargado sus descendientes de nombrarlo o inventarlo, aunque Saavedra lo
intenta imbricar con los Becerra de la casa de Saavedra: … en las ciudades de Ronda, Gibraltar y Marbella, adonde, como
conquistadores se les hizieron repartimientos de tierras, y en Marbella muchos
bancales de tierras. No he encontrado ningún Becerra en los repartimientos
de Marbella ni tampoco en las mercedes reales posteriores. Hay un Becerra en el
Asiento de las cosas de Ronda, Antón Becerra, escudero de capitanías que fue el
que llevó la noticia de la conquista de la ciudad serrana a Sevilla que,
además, parece que falleció pronto porque cuando se le iban a adjudicar las
propiedades se le cita con una escueta nota: que casó su mujer con Álvaro de Oñate.
En ese triángulo, Ronda, Gibraltar y Marbella se mueve
Andrés Becerra. Hay muchos Becerra, era un apellido bastante común con dos
linajes claros uno en Galicia y el otro en Extremadura y es imposible saber su
ascendencia hasta no encontrar algún documento probatorio. Del rastreo que he
hecho en la información que dispongo no he encontrado escritura ni mención
alguna, lo que puede indicar que se fuera pronto de la ciudad o que naciera en
ella por accidente. Del mismo modo, es probable que el apellido Becerra no
fuera el de sus antepasados, era habitual trocar el orden de los apellidos así
como incluir apellidos de otras ramas familiares o adquirirlos tras una conversión
a la fe católica.
El apellido Becerra tiene cierta presencia en Marbella pero
eso no implica nada pues desde finales del siglo XV fue un apellido que se
extendió por Andalucía. De los Becerra encontrados en documentos de nuestro entorno
destaca el testamento fechado en 1570 de la marbellense Catalina Becerra casada
con Bartolomé Pérez que dice ser hija de Gonzalo Becerra y Catalina Rodríguez
pero no sabe donde está su padre pese a declararlo como heredero universal: Dejo por universal heredero a Gonzalo
Becerra, mi padre legítimo, el cual espero que los haya, e si el dicho mi padre
fuere fallecido antes de este mi testamento, porque no se del ni dónde está. Catalina
y Bartolomé tenían casa en la población nueva del Castillo lo que muestra un
alto nivel de vida.
Esta enigmática mención nos lleva a un Gonzalo Becerra,
escribano de Casares en 1545, villa que pertenecía al duque de Arcos, nombre
que vuelve a aparecer en Marbella en 1610. De los Becerra que aparecen en
documentos la primera es Ana de Becerra en 1557; 1561, Cristóbal Becerra escudero
de la capitanía del marqués de Cortes; 1570, Martín Becerra; 1610, Gonzalo
Becerra; 1610, Cristóbal Becerra o Cristóbal Rodríguez Becerra que tenía casa
en la calle Ancha de la Veracruz y viña en Montenegral. Era yerno de Cristóbal
Sánchez y descendiente de Ana de Becerra. Hay muchos más Becerra en las
siguientes centurias pero no aportan más que la mención de su nombre por lo que
los obvio.
Es curioso que de tan eminente y laureado capitán se sepa
tan poco. Ojalá pronto se conozcan nuevos datos y líneas de investigación.
Mientras tanto que quede esta pequeña aportación.