Fue en 1502,
doña Juana la Loca es jurada como princesa sucesora de los Reyes Católicos y el
poeta aragonés Pedro Marcuello le dedicó a la futura reina su Cancionero, un
tratado manuscrito bellamente historiado, formado
por
composiciones y miniaturas fechadas entre los años 1482 y 1502.
Marbella
estaba recién conquistada y Marcuello se hizo eco de la labor de
cristianización de los lugares sagrados musulmanes:
"Virgen
de gracias llena, quiérote siempre rogar: qu'este Rey y Reyna buena, quen tu
seruicio resuena, mucho los quieras guardar; ca no cessan trabajar, por todas
vidas y modos, por tu doctrina aumentar y por yglesias tornar las mezquitas de
los moros.
Quen Alhama
principió fabricar tal edificio de yglesias y prosiguió en Ronda y altas subió
campanas por tu seruicio, dándoles mill ornamentos para tratar en altares la
missa y sus sacramentos y otras cosas, que no ay cuentos, dobladas muy
singulares. I en Laxa, Madre y donzella, y en otros muchos lugares, cabe
Caçarabonella y en la ciudat de Marbella hizieron nueuos altares con cimientos
y pilares de la ffe, puedo dezir, y en Málaga los sacrares, no senzillos, mas a
pares, hizieron por te seruir".
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