No es la primera vez que escribo sobre el tema. En 2010
apuntaba unas primeras impresiones sobre la iconografía que se desarrolla en la
fachada de la iglesia del Santo Cristo de la Veracruz. Ahora retomo el tema que
me parece de gran interés para ampliar el conocimiento de detalles que entonces
pasaron desapercibidos y además ayudar a la interpretación de su advocación así
como a su situación cronológica.
La escena es de una simpleza jeroglífica, son unos pocos
signos los que establecen este marco iconográfico, sin tener en cuenta los que
se perdieron. Se trata de dos cartelas talladas en piedra en las enjutas de la
puerta principal y una cruz en la fachada que da a la plaza en la parte de la
sacristía.
De izquierda a derecha, la primera cartela muestra una
pequeña cruz con las cinco llagas de Cristo en forma de racimos de uva; la
siguiente dispone de tres líneas en relieve horizontales y paralelas, una
columna con un cíngulo con tres borlas atado y un gallo posado sobre ella y en
la parte inferior tres cubos; la cruz que se sitúa bastante alejada, y en
cierto modo descontextualizada, es la de San Damián con una rueda dentada en su
centro.
La exposición simbólica en la fachada está vinculada a la
orden de los Franciscanos cuyo escudo es diferente al actual de dos brazos
cruzados sobre la cruz. En la fachada del Santo Cristo lo único que no aparecen
son los brazos cruzados que comenzaron a difundirse a finales del siglo XV bajo
el generalato de Francisco Sansón. El primitivo escudo como podemos ver en este
ejemplo de la ermita de San Antón en Alcántara de Cáceres es idéntico al
nuestro excepto por el cordón de esta orden y la corona real de Enrique IV.
En la cartela de la enjuta derecha además del gallo sobre la
columna rodeada por el cordón tiene a su izquierda los tres clavos y los tres
cubos son tres dados que en escasos ejemplos aparecen también en los emblemas
de los de Asís.
Estos tres dados representan a los soldados que se echaban a
suerte la túnica de Jesucristo.
Como se puede apreciar en el cuadro de La negación de San
Pedro de Tournier cuatro soldados juegan con los tres dados mientras San Pedro
niega a Cristo.
La imagen de la negación fue bastante habitual, de hecho existe
un fresco del siglo IV en las catacumbas de Commodilla en la que aparece el
gallo sobre la columna.
Este episodio de la pasión de Cristo fue más allá con la
popularización desde el siglo XIII de lo sucedido en la Misa de San Gregorio
que en el momento de la consagración eucarística por parte del Papa San
Gregorio Magno (540-604) un día de Navidad en la basílica romana de la Santa
Cruz de Jerusalén, se produjo el hecho milagroso de la aparición de Cristo
mostrando sus estigmas de los que brotaba sangre recogida en un cáliz y rodeado
de los instrumentos de la Pasión.
Esos instrumentos eran los “Arma Christi”:
las monedas de la traición de Judas, la espada de Pedro con la oreja de Malco,
el gallo de la negación de Pedro, las varas y la columna de la flagelación, el
paño de la Verónica, la corona de espinas, una cabeza escupiendo y una mano con
pelo aludiendo a los escarnios que sufrió Cristo, la jofaina de Pilatos, tres
clavos, la lanza y la esponja, la túnica sorteada entre los soldados y los
dados, la escala y las tenazas con las que fue desclavado de la cruz.
No siempre se reproducen todas las Arma Christi y más en
ejemplos tan esquematizados como el de nuestra marbellense iglesia pero son
suficientes para transmitir de una manera simple este hecho de la Pasión que
manifestaba la advocación de la iglesia. Un Varón de Dolores que en la
actualidad lo procesiona la Cofradía del Santo Cristo de la Vera-cruz, Santo
Cristo Atado a la Columna y María Santísima Virgen Blanca.
Más enigmática es la cruz de San Damián, con una chocante
rueda dentada en el centro, de la que no he encontrado analogía alguna. Generalmente
es reproducida con un Cristo sin corona de espinas y sí con la de gloria a
semejanza del icono original, en el que aparece también San Pedro y el gallo de
la negación.
Tenía varias hipótesis al respecto, incluso alguna descabellada
por su excepcionalidad pero me inclino por la corona de gloria de San Damián
que destaca por su luminosidad y porque circunda la totalidad de la cabeza un
Jesucristo ya resucitado cuyo brillo se asemeja al sol.
El conjunto representa la Pasión de Cristo desde el momento
que es apresado y azotado hasta su resurrección y todo vinculado a San
Francisco de Asís, su vida y sus emblemas que coinciden con las “Arma Christi”.
Sabemos que el convento de los mendicantes fue fundado en 1593 y que esta
iglesia es, sin duda, de establecimiento anterior ¿cuál es la razón de estos
vínculos entre la Veracruz y la orden franciscana? Existen dudas sobre el origen
de la ermita, las primeras noticias aparecen a partir de 1563 con la mención de
“las casas de la Veracruz”, sin embargo todo indica a una presencia mucho más
antigua de la que no hay referencia documental.
el Padre Gerónimo Rodríguez, guardián del convento
franciscano de Estepa, en el siglo XIX, en su manuscrito sobre la historia de
Estepa y de la Recolección Franciscana en Andalucía, afirmaba que la fundación
del convento en Marbella “fue el gran afecto con que los vecinos de esta ciudad
atendían a la pobre familia de los Menores”.
Esta es la clave, la presencia de los Franciscanos en
nuestra ciudad es anterior a la fundación del convento y todo indica que las
casas de la Veracruz era la sede de estos frailes menores sin poder precisar
desde cuando aunque podemos suponer que por las características del programa
iconográfico se puede remontar bastantes años atrás.
Interesantísimo!!
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