jueves, 2 de abril de 2020

"ARMA CHRISTI": PROGRAMA ICONOGRÁFICO DE LA FACHADA DE LA IGLESIA DEL SANTO CRISTO DE LA VERACRUZ



No es la primera vez que escribo sobre el tema. En 2010 apuntaba unas primeras impresiones sobre la iconografía que se desarrolla en la fachada de la iglesia del Santo Cristo de la Veracruz. Ahora retomo el tema que me parece de gran interés para ampliar el conocimiento de detalles que entonces pasaron desapercibidos y además ayudar a la interpretación de su advocación así como a su situación cronológica.
La escena es de una simpleza jeroglífica, son unos pocos signos los que establecen este marco iconográfico, sin tener en cuenta los que se perdieron. Se trata de dos cartelas talladas en piedra en las enjutas de la puerta principal y una cruz en la fachada que da a la plaza en la parte de la sacristía.


De izquierda a derecha, la primera cartela muestra una pequeña cruz con las cinco llagas de Cristo en forma de racimos de uva; la siguiente dispone de tres líneas en relieve horizontales y paralelas, una columna con un cíngulo con tres borlas atado y un gallo posado sobre ella y en la parte inferior tres cubos; la cruz que se sitúa bastante alejada, y en cierto modo descontextualizada, es la de San Damián con una rueda dentada en su centro.


La exposición simbólica en la fachada está vinculada a la orden de los Franciscanos cuyo escudo es diferente al actual de dos brazos cruzados sobre la cruz. En la fachada del Santo Cristo lo único que no aparecen son los brazos cruzados que comenzaron a difundirse a finales del siglo XV bajo el generalato de Francisco Sansón. El primitivo escudo como podemos ver en este ejemplo de la ermita de San Antón en Alcántara de Cáceres es idéntico al nuestro excepto por el cordón de esta orden y la corona real de Enrique IV.


En la cartela de la enjuta derecha además del gallo sobre la columna rodeada por el cordón tiene a su izquierda los tres clavos y los tres cubos son tres dados que en escasos ejemplos aparecen también en los emblemas de los de Asís.


Estos tres dados representan a los soldados que se echaban a suerte la túnica de Jesucristo.


Como se puede apreciar en el cuadro de La negación de San Pedro de Tournier cuatro soldados juegan con los tres dados mientras San Pedro niega a Cristo. 


La imagen de la negación fue bastante habitual, de hecho existe un fresco del siglo IV en las catacumbas de Commodilla en la que aparece el gallo sobre la columna.


Este episodio de la pasión de Cristo fue más allá con la popularización desde el siglo XIII de lo sucedido en la Misa de San Gregorio que en el momento de la consagración eucarística por parte del Papa San Gregorio Magno (540-604) un día de Navidad en la basílica romana de la Santa Cruz de Jerusalén, se produjo el hecho milagroso de la aparición de Cristo mostrando sus estigmas de los que brotaba sangre recogida en un cáliz y rodeado de los instrumentos de la Pasión. 


Esos instrumentos eran los “Arma Christi”: las monedas de la traición de Judas, la espada de Pedro con la oreja de Malco, el gallo de la negación de Pedro, las varas y la columna de la flagelación, el paño de la Verónica, la corona de espinas, una cabeza escupiendo y una mano con pelo aludiendo a los escarnios que sufrió Cristo, la jofaina de Pilatos, tres clavos, la lanza y la esponja, la túnica sorteada entre los soldados y los dados, la escala y las tenazas con las que fue desclavado de la cruz.


No siempre se reproducen todas las Arma Christi y más en ejemplos tan esquematizados como el de nuestra marbellense iglesia pero son suficientes para transmitir de una manera simple este hecho de la Pasión que manifestaba la advocación de la iglesia. Un Varón de Dolores que en la actualidad lo procesiona la Cofradía del Santo Cristo de la Vera-cruz, Santo Cristo Atado a la Columna y María Santísima Virgen Blanca.


Más enigmática es la cruz de San Damián, con una chocante rueda dentada en el centro, de la que no he encontrado analogía alguna. Generalmente es reproducida con un Cristo sin corona de espinas y sí con la de gloria a semejanza del icono original, en el que aparece también San Pedro y el gallo de la negación. 


Tenía varias hipótesis al respecto, incluso alguna descabellada por su excepcionalidad pero me inclino por la corona de gloria de San Damián que destaca por su luminosidad y porque circunda la totalidad de la cabeza un Jesucristo ya resucitado cuyo brillo se asemeja al sol.


El conjunto representa la Pasión de Cristo desde el momento que es apresado y azotado hasta su resurrección y todo vinculado a San Francisco de Asís, su vida y sus emblemas que coinciden con las “Arma Christi”. Sabemos que el convento de los mendicantes fue fundado en 1593 y que esta iglesia es, sin duda, de establecimiento anterior ¿cuál es la razón de estos vínculos entre la Veracruz y la orden franciscana? Existen dudas sobre el origen de la ermita, las primeras noticias aparecen a partir de 1563 con la mención de “las casas de la Veracruz”, sin embargo todo indica a una presencia mucho más antigua de la que no hay referencia documental.

el Padre Gerónimo Rodríguez, guardián del convento franciscano de Estepa, en el siglo XIX, en su manuscrito sobre la historia de Estepa y de la Recolección Franciscana en Andalucía, afirmaba que la fundación del convento en Marbella “fue el gran afecto con que los vecinos de esta ciudad atendían a la pobre familia de los Menores”.
Esta es la clave, la presencia de los Franciscanos en nuestra ciudad es anterior a la fundación del convento y todo indica que las casas de la Veracruz era la sede de estos frailes menores sin poder precisar desde cuando aunque podemos suponer que por las características del programa iconográfico se puede remontar bastantes años atrás.

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